Mauricio Pezo y Sofía Von Ellrichshausen (PVE) fueron seleccionados por el recién creado Consejo Asesor de Arquitectura y Diseño como los curadores oficiales para la presentación de Chile en la 11ª Bienal de Venecia 2008 inaugurada el 10 de Septiembre, dentro de las muestras internacionales de arquitectura.
La propuesta chilena llevó por nombre ‘I WAS THERE’ y consistó en plasmar con reproducciones seriadas de pequeños modelos 100 obras de arquitectura chilena. Estos modelos son obras de artesanía popular hechas en distintas técnicas como greda o madera las cuales más que ser una representación a escala son apoximaciones visuales que dependen del criterio y técnica empleada por cada artesano. Estos modelos fueron presentados a modo de souvenirs (recuerdos de bolsillo) y montados sobre pedestales de madera.
De las 100 obras presentadas, existen 90 ejemplos de arquitectura que permanecen presentes como parte del imaginario colectivo popular (construcciones típicas de diversas localidades del país) como iglesias, mercados o palafitos por ejemplo; junto a 10 reconocidas obras de arquitectura actual las cuales fueron construidas desde el año 2000 en adelante.
Con respecto a la propuesta, el Ministro de Relaciones Exteriores Alejandro Foxley hace un prólogo del cual se puede destacar lo siguiente:
“(…)I was there nos invita a recuperar aquellas obras de arquitectura, que -más allá de las esferas especializadas- han logrado constituirse en entidades en el imaginario colectivo de nuestro país. La muestra revaloriza íconos de la arquitectura popular de Chile, tales como catedrales, edificios de gobierno y mercados, los que se han convertido en emblemas de las diversas comunidades locales que configuran nuestra nación.
La presentación los hace convivir con diez de las obras más representativas de la arquitectura chilena contemporánea, que en el último tiempo se ha insertado en importantes canales de difusión internacional, como lo son publicaciones especializadas y muy especialmente este encuentro de primer nivel, cual es la Bienal de Arquitectura de Venecia. Como país, sentimos que el reconocimiento a nuestro patrimonio arquitectónico, por tanto cultural, es tan necesario como el desarrollo de nuevas tecnologías a las que el progreso nos obliga. No es casualidad que una geografía tan presente e imponente como la que cruza nuestro país haya impulsado soluciones arquitectónicas que evolucionan desde la época precolombina hasta nuestros días. Creemos que en la tensión producida por estos dos períodos con sus respectivas arquitecturas que Mauricio Pezo nos presenta están muchas de las respuestas a las preguntas que la modernidad y nuestro territorio hoy nos demanda.(…)”
En cuanto a la completa fundamentación de la propuesta, Mauricio Pezo escribe una detallada presentación con respecto a las ideas que dan origen a esta exhibición. A continuación un extracto para tener una idea general:
“(…)La muestra chilena ha sido concebida, entonces, como una plataforma para elaborar un inédito y detallado catastro de aquellos iconos de la arquitectura popular de Chile que, una vez asumidos colectivamente como emblemas que representan icónicamente las diversas identidades locales, han sido reelaborados como figuras artesanales en miniatura (souvenirs) para luego ser ofrecidos como objetos de consumo masivo.
(…)Bajo el lema I WAS THERE, la muestra ensaya un acento en la calidad de fetiche, de objeto de promoción turística, de souvenir de viaje, de consumo masivo, así como en el rol de la arquitectura como aparato de promoción cultural, en sus versiones landmark, figura singular y vistosa. Es el ícono, la semejanza estructural o constitución analógica, inaugurada por Peirce. Recursos exagerados de caricaturización, figuración y voluptuosidad que se promueven como uno de los ingredientes actuales para los crecientes desplazamientos estacionales de la población.
I WAS THERE pone en cuestión la persistencia de la memoria encarnada en los edificios. Cada figura en miniatura es una construcción idealizada y reducida a unas semblanzas arquetípicas que desdibujan el referente original. La arquitectura en miniatura es un signo mimético que denota literalmente su modelo. Además, dado su tamaño y peso, la miniatura celebra asociaciones infantiles (la casa de muñecas). Es un mini objeto posible de guardar en un bolsillo. Se puede atesorar, con todas las sugerencias afectivas que se desprenden de este acto de apropiación. Incluso, en una connotación aún más cercana a la práctica disciplinar, opera como ejercicio de poder toda vez que establece una megalómana perspectiva aérea sobre el pequeño edificio (o la pequeña ciudad).“
Es una interesante propuesta que en lo personal no deja de sorprenderme en su originalidad y osadía al haber optado por llevar hasta Venecia 90 obras que estan totalmente alejadas de los canales especializados de arquitectura y que por el contrario son representativas de diferentes localidades a lo largo de nuestro país sin necesariamente pertenecer a un arquitecto destacado ni contar con un reconocimiento internacional. En cuanto al montaje en sí, se ven atractivos los pedestales de madera y curiosa la forma en que se obliga a los visitantes a tomar mayor altura para tener mejor visión de los souvenirs, sin embargo no di con información que fundamentara el porqué de la instalación. Está demás decirles que si alguien tiene dicha información que porfavor la comente.
A continuación unas fotos de lo que fue la puesta en escena de I WAS THERE:
Si te interesa, puedes revisar por más información en iwasthere.cl, designboom, pve
